ESPADAS

del profeta Mahoma (Muhámmad)

 (Arabia Saudita, 630)

Museo del Topkapi de Estambul (Turquía)

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     Estas espadas son una reliquia sagrada del Islam y, como tal, debemos tratarlas, con admiración y sumo respeto. Se le atribuyen al profeta Mahoma y se encuentran en el Palacio de Topkapi junto a otras 18 espadas, que parece ser, pertenecieron a los Califas de Rashidun y a los Compañeros del Profeta. La colección de objetos sagrados ha sido preservada en este palacio desde la campaña de Egipto hecha por el Sultán Selim I (1517).

     a- La guarnición y la vaina de esta espada son posteriores a la época del Profeta. La guarda, de estilo muy oriental, está forrada en oro e incrustaciones de rubíes y turquesas, tiene forma octogonal y un pomo inclinado hacia unos gavilanes muy curvados y terminados en cabeza de dragón. Lleva una guía para la vaina que luce una decoración con diseño floral a juego con la guarnición. Se aprecia con dificultad una inscripción, “Resulullah”.  La hoja de acero es recta, con dos filos y punta. Longitud total: 99 cm.

     B- Esta segunda espada luce una guarnición de estilo persa.  El puño esta forrado de cuero, los gavilanes son rectos con guía y, al igual que el pomo, están forrados de oro y decorados con elementos florales. La vaina, del mismo estilo que la guarnición, es de cuero con aparejos en oro y lleva dos anillas. La hoja, de acero con un solo filo, lleva la inscripción, “”Muhamadü’r Resüllullah Muhammad bin Abdullah bin Abdülmüttalib”.  Longitud total: 100 cm.   

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Superior izquierda: La Kaaba en la Meca. Inferior izquierda: Mezquita del Profeta en Medina.  Derecha: Imagen del profeta Mahoma.

     El profeta Mahoma (Muhámmad) nació en La Meca en el 570 y murió en Medina en el 632. Para la mayor parte del Islam, tanto sunnís como chiís, Mahoma es considerado el último de los profetas enviados por Dios para actualizar su mensaje, siendo algunos de sus predecesores, Abraham, Moises, y Jesús de Nazaret.

     Con Mahoma sirve aquel dicho que dice “nadie es profeta en su tierra”, ya que tuvo que desplazarse a Medina, donde sí fue reconocido y seguido. Marchó posteriormente a La Meca, y tras conquistarla, asentó la nueva religión y expulsó de la Kaaba a todos los dioses paganos, convirtiéndose, ésta, en el centro de adoración del Islam.

     Antes de su muerte, en el 632, Mahoma había unificado Arabia y consolidado al islam como una fuerza social, militar y religiosa. Algunas décadas después de su muerte, sus sucesores conquistaron Persia, Egipto, Palestina, Siria, Armenia y gran parte del norte de África. En el 711 los musulmanes entran en la península Ibérica donde se establecerán por 800 años, hasta 1492.

ESPADAS DE PERSONAJES HISTÓRICOS DEL MUNDO

Autor: Vicente Toledo Momparler