ESPADA LOBERA
de Fernando III “el Santo”,
rey de Castilla y León (España, 1248)
Patrimonio de la Catedral de Sevilla (España)
La espada, llamada Lobera, se le atribuye a Fernando III “el Santo”. Fue un símbolo ceremonial y de poder de este monarca y así aparecerá en muchos grabados, con espada y orbe en mano, en vez del tradicional cetro.
El infante y escritor medieval don Juan Manuel, cuenta en su Libro de armas, cómo el rey Fernando III, en su lecho de muerte, dio esta espada como única herencia a su padre el infante don Manuel.
La guarnición es de hierro dorado y cincelado en largas grecas, cuyas partes existentes se encuentran montadas sobre un soporte en cruz. Pomo cilíndrico de cristal, sujeto a la virola superior con una orla de latón dorado formada por motivos florales, siendo atravesado por la espiga de la hoja que llega hasta la alta perilla. Puño de madera sin recubrimiento de ningún tipo. En la parte inferior, luce también una virola de latón. La hoja es recta, plana y ancha, con un canal que ocupa un tercio de su extensión en sus tres primeros quintos y que va disminuyendo, progresivamente, hasta la punta. Filo en ambos lados. Apreciamos su bonita contera de orfebrería.
Superior izquierda: armas de Castilla y de León. Inferior izquierda: Catedral de Sevilla.
Derecha: Rey Fernando III, pintado en 1850 por Carlos Múgica y Pérez, MUSEO NACIONAL DEL PRADO (Madrid) nº P004736
Fernando III “el Santo”, rey de Castilla y de León, nació en Zamora entre 1199 y 1201. Murió en Sevilla en 1252. Con él, volvieron a unirse ambos reinos, al heredar Castilla por la muerte de su tío Enrique I en 1217 y, el de León, por la muerte de su padre Alfonso IX en el año 1230.
Fue un gran impulsor de la Reconquista española aprovechando la superioridad militar obtenida sobre el Islam, como consecuencia de la victoria de su abuelo Alfonso VIII, en la batalla de Las Navas de Tolosa, en 1212.
Fernando III conquistó el valle del Guadalquivir tras la muerte del sultán almohade Abú Yacub Yusuf. Cayeron ciudades musulmanas tan significativas como, Córdoba en 1236, Jaén en 1246 y Sevilla, que se rindió también al rey Fernando en 1248.
Tras su muerte, fue enterrado en la catedral de Sevilla, siendo canonizado por la Iglesia católica en 1671. Su espada se encuentra en la Capilla de la Virgen de los Reyes de la catedral de Sevilla, junto a los restos del monarca. Por disposición de su hijo, el rey Alfonso X “el Sabio” en 1255, cada 23 de noviembre, festividad de San Clemente, se conmemorará la conquista de Sevilla por el rey Fernando III “el Santo” con una procesión solemne, llamada de Tercias o de la Espada.
ESPADAS DE PERSONAJES HISTÓRICOS DEL MUNDO
Autor: Vicente Toledo Momparler